LA DUEÑA DE LA COLONIA GUAYULERA
Por: Luis E. Galindo Carrillo
Exclusiva Entrevista
Fue la Granja de doña Camilita: 27
Colonias ocupan hoy “La Guayulera”.
Doña Camila Flores Rodríguez ( 1869 - 1960 )
Desde su finca -una bella residencia
campestre de tipi inglés y de tres pisos- en la Granja que poseía
en la Guayulera, y desde lo alto de la casa de su hijo Raúl en la
loma, todo lo dominaba y “sus propiedades llegaban hasta donde la
vista le alcanzaba y todavía daban vuelta por detrás de los
cerros”.
Parece hoy un cuento de hadas donde
CAMILA FLORES RODRÍGUEZ era una veces la mujer de hierro y otras, la
reina, pero ella siempre fue la dueña.
“Ya todos mis tíos, padres y
abuelos, murieron, me dice Lupita de 53 años de edad. Mi abuela
Camila, era una señora muy elegante y de porte altivo y a la vez
sencilla sin dejar de ser la
mujer fuerte: activa banquera y mujer
de negocios”.
Doña Camilita compra la Colonia GUAYULERA, el año de 1935
Déjeme contarle, amigo de EVIDENCIAS
que había una vez en la Guayulera -como dicen los cuentos-, una
familia que era la única propietaria de un enorme rancho con Granja
y huerta que una mujer compró a don Crescencio Rodríguez, otro
hombre muy adinerado y quien luego murió ahogado en el Arroyo del
Pueblo, cuando la corriente se llevó su auto entre las broncas
aguas...y en cuyo honor esta Colonia se la llama “Rodríguez
Guayulera”.
“Doña Camilita”, era originaria de
Villa de Patos, hoy General Cepeda, situada a 50 kilómetros de
Saltillo. Nace en 1869 y a la edad de 92 años, el 22 de abril de
1960 en Saltillo deja de exitir. Fueron sus padres Luis Flores y
Florentina Rodríguez. Contrae nupcias con Manuel Malacara,
originario de Galeana, Nuevo Léon, “el 28 de enero a las ocho de
la noche en la Tercera Calle de Santiago, casa # 1 de Saltillo” y,
con quien procrea ocho hijos, cuatro mujeres y cuatro hombres.
La casa de la loma en La Guayulera de la familia Malacara - Bahnsen
Don Raúl, heredó La Guayulera
Raúl Malacara Flores, es uno de ellos,
nacido en 1902, quien casa con la potosina Ethel Bahnsen Palmer.
Procrean a mi amiga Lupita -María Guadalupe Malacara Bahnsen-, su
única hija, quien dice: “sólo un hijo de cinco que tiene -el que
acaba de llegar a casa, Iván, es el que quisiera seguir con esta
vieja casona de la loma”. Don Rául, como se le llamaba, muere en
1978.
Esta propiedad de la Guayulera era tan
extensa que ahora sus terrenos los ocupan 27 colonias entre ellas:
Adolfo Ruiz Cortínez, El Chamizal, El Bosque, Los Cuernitos, La
Minita, La Peñita, Santa Teresa y Patria Nueva.
La Casa Grande y la huerta de Doña
Camilita se ubicaba en la acutal colonia Beta Centauro y en el Auto
Mercado De las Fuentes -el cual colina con la Casa de don Raúl en la
loma-. En lo alto, sólo queda precisamente,aquella otra casona, la
de don Raúl desde donde ya nada se divisa y en donde sólo los
recuerdos quedan. Sin embargo, la Granja también, llegaba hasta las
colonias. Del Valle, Universo, Valle de las Flores Popular y Brisas
del Valle.
Doña Camila era una gran mujer
emprendedora y como muestra su nieta nos recuerda que rentó la
Hacienda de Santa María en Ramos Arizpe, Coahuila, a finales del
siglo XIX y hasta el año de 1915, año en el que compra el rancho o
huerta -en pleno Centro Histórico -, que se extendía en una manzana
entre las calle de General Cepeda, Mariano Escobedo, Miguel Ramos
Arizpe y Nicolás Bravo, donde vive con sus hijos al enviudar cuando
aún estaba embarazada de su décimo hijo: “los tuvo uno tras
otro”.
Fue también, dueña de otras
propiedades como la Huerta de CHAPULTEPEC, donde hoy está el MUSEO
DEL CHAPULÍN ( Nota del editor: Y desde la primera década del siglo
XXI, Parque Ecológico El Chapulín ).
Unos de sus hijos nacen en la Hacienda
de Santa María y otros en el centro de Saltillo.
Y fue el año de 1935 cuando compra y,
además, se cambia con su familia a su Granja de LA GUAYULERA donde
reside hasta morir en 1960.
EL CARRETÓN DE LA LECHE
De La Guayulera salía “el carretón
de la leche”, el que se volvió parte del paisaje citadino y servía
para el reparto de los productos lácteos por las calles de Saltillo
de 1942 a 1960. Las vacas, poco más de 150 y otros animales pastaban
en donde ahora se levantan las colonias del poniente de la ciudad.
Sólo ruinas de adobe quedan del viejo establo y bodega de don Raúl.
También vendían: quesos, crema, maíz,
frijo, verduras, flores y frutas “pero la leche era el fuerte”.
Don Raúl fue el hombre que hizo
posible el sueño de su madre y a quien se debe el desarrollo de la
Granja. Fue político, diputado, ganadero y juez civil.
Familia Galindo Carrillo el año de 1950 en la GUAYULERA
Mis papás Edelmiro Galindo Valdés -don Miro- y María de Jesús Carrillo Sánchez -doña Jesucita-, con mis hermanos: Marco Antonio, el mayor, de pié, y sentado Francisco Javier y, los gemelos Sergio Alejandro y Luis Edelmiro Galindo Carrillo.
Recorrí con Lupita su casa y el piano
era el mismo en el que junto con ella ahi estudié algunas lecciones
con el Método Beyer. -”¿Apoco no te acuerdas?” y Lupia así me
hizo regresar en el tiempo y todo me parecía ya haberlo visto.
Yo viví mi niñez en La Guayulera, de
1945 a 1958, y concí a toda esta gran familia: acudía a la Granja;
iba a las piñatas de Lupita y hasta viajé con ella en El Carretón”
y comí de los frutos de la Granja.
Desde luego, entré a la casona de Doña
Camilita y conviví con ella, recuerdo tenía al frente una
escalinata que terminaba en una amplia terraza con vista a la huerta
en la que había viñedos, legumbres, membrillos, duraznos, perones,
naranjas, limas, limones; era su arquitectura de tipo americano y
atrás de esta bella residencia había una alberca de grandes
dimensiones.
Después de las dos Fábricas de Guayule:
Colindaba esta Granja con la Colonia
Guayulera, sobre todo con las calles de Pacheco y Quintana Roo, en
cuya esquina vivía mi familia, y la cual colonia construyeron los
alemanes en 1901 para los trabajabdores de la Fábrica de Guayule
-1901 a 1920-, y de la que recibe su nombre y la cual se reducía a
dos grandes cuadras en las citadas calles.
La Fábrica de Guayule fue reabierta en
1943 por los estadunidenses ( Ver www.memoriasdesaltillo.blogspot.com
y Revista MEMORIAS DE SALTILLO No. 1 “LA GUAYULERA PARTICIPÓ EN LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL de mi gemelo Sergio A. Galindo en su exclusiva
investigación sobre la Fabrica de Guayule, tanto en la época de
Alemania como en la de Estados Unidos.), y fue lo que impulsó el
crecimiento urbano pero también, acabó con la Granja de Doña
Camilita.
( Publicado en la Revista de Luis E.
GALINDO Carrillo: EVIDENCIAS Lo Mejor de Coahuila No. 16. Año III.
ENERO – FEBRERO 2001. La Colección completa en Hemeroteca del
@Archvo Municipal de Saltillo )