viernes, 24 de enero de 2014

LUIS GALINDO. UNA NOTA DE COLOR en ZÓCALO SALTILLO

LUIS GALINDO “Si hubiera una nota de color, ese sería yo”

El Perfil: LUIS GALINDO, UNA NOTA DE COLOR


SUPLEMENTO Ruta Libre Periodismo Comprometido Número 11
LUNES 13 DE ENERO DE 2014
Periódico: ZÓCALO SALTILLO


Texto y Fotografía: Luis Reyes

Luis Galindo tuvo un hermano gemelo al que cuando murió le lloró más que a sus padres, después de todo, la mitad de él ya se había ido. También viajó con un muerto al que descubrían quitándole la sábana para que lo creyeran dormido. Si él fuese un género periodístico, dice, sería una nota de color.


Su vida no se entiende sin su hermano gemelo Sergio, cuya muerte sintió más que la de sus papás.
     “El gemelo va más allá porque trasciende cosas que el común de la gente no ve, que el común de la gente no siente, que ni siquiera se cuestiona; los gemelos son un misterio, significan y son diferentes a todos los demás, a los individuales”.
     “El día en que Sergio murió yo estaba en un evento y sentí justo en la hora un frío intenso y hasta les dije que apagaran el aire acondicionado, pero ni estaba prendido”.
     De 68 años, de signo escorpión, Luis es inquieto, atildado e irreverente, su figura es delgada y de estatura mediana.
     Recuerda -siempre divertido- que siendo acólitos primero en la Colonia Guayulera y en el Santuario después “echábamos relajo, nos tomábamos el vino de consagrar, jugábamos con el incienso y contestábamos de memoria la misa en latín”.
     Con Sergio emprendió el deseo de ser sacerdote y estuvieron internados en San Luis Potosí en la escuela apostólica de los Misioneros del Esprítu Santo, donde concluyeron primaria, secundaria y preparatoria.
     Pero su hermano se salió del seminario, y de San Luis él se fue a Guadalajara a hacer dos años de noviciado, de ahí al Altillo, en Coyoacán a estudiar filosofía por dos años.

EL DESPERTAR

No había vivido y hubo un despertar hacia las cosas que según esto había renunciado, pero sin saber porqué las había renunciado, indicó al señalar que en 1968 se salió del seminario.
     Luego Luis quería estudiar Administración en el Tec de Monterrey por lo cual de raid -entonces, se podía hacerlo- se fue a la regia ciudad y tocó le diera aventón Enrique Talancón, de la empresa Refractarios Mexicanos, quien le dijo que si no encontraba lugar (beca) acudiera con él.
     Al regresar con él, le dijo que quería estudiar en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Una institución privada semejante al Tec de Monterrey pero en Guadalajara y la empresa lo becó.
     El entrevistado es irónico, sarcástico. Con los ademanes de sus manos “rompe” el viento.
     En el ITESO se entrevistó con Raúl de la Torre, funcionario del Instituto, quien el preguntó si su papá tenía una empresa a lo que respondió que no.
     “¿Entonces qué vas a administrar?”, le cuestionó el funcionario y le dijo que había una carrera nueva llamada Ciencias de la Comunicación y en esa se inscribió.
     También quería estudiar periodismo porque conocía a Alejandro Avilés, director de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, su hijo también era seminarista.
     Siendo estudiante se fue a las Olimpiadas del ´68, pero como espectador “no con el movimiento universitario, ni con el lío de los jóvenes universitarios que sí sabíamos, pero nunca nos interesó”, destacó.
     En su vida profesional Galindo Carrillo fue por 15 años, gerente de Comunicación Industrial en el Grupo Industrial Saltillo y maestro fundador de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, donde lo fue por 20 años.
     Cuando empezó a laborar fue jefe de Actividades Extraescolares, jefe de Relaciones Públicas y docente en el Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán, Jalisco, lugar y época que recuerda mucho porque en esa ciudad nacieron sus hijos Gustavo y Luis Enrique, Karla nacería luego en Saltillo.
     Fue fundador del Colegio de Profesionistas de la Comunicación de Saltillo, mismo en donde se instituyó el Premio Anual de Periodismo que se otorgaba a un periodista por su trayectoria.
     “Nosotros siempre pensamos que el Gobierno no puede premiar a los periodistas”, señaló.



     Fundador de Canal 7 Televisión con Alberto Jaubert, fue invitado por José Ángel Rodríguez Sánchez a un programa que se llamó “Entorno” y luego “Evidencias”. Trabajó 15 años en su programa dominical.
     Recordó que cuando “el ex gobernador Oscar Flores Tapia había tenido un problema en la cabeza y le recomendamos un doctor de Monterrey, originario de Saltillo, que lo atendió y agradecido fue a dar las gracias al programa, pero lo hizo cuando transmitíamos en vivo”.
     - “¿Me puedo meter o no puedo?”, irrumpió el Gobernador.
     “Sí como no”, le contestamos y así dio las gracias.
     Entrevistó a Ignacio Larragaña, un padre de la Iglesia católica famoso en más de cien países del mundo. Durante una semana acudió a buscarlo a una casa de ejercicios espirituales en Los Valdés, donde se hospedaba. Ante la insistencia le dijo que le daría 10 o 15 minutos. Luis Galindo le dijo que la entrevista duraría 45 minutos, casi una hora, y así fue.
     Eran temas de ovnis, esotéricos, de meditación trascendental, de ciencias y de avances de la medicina.
     Fue toda una sensación el programa que hizo sobre Agua de Tlacote, donde llenaron el gimnasio municipal, fue mucha gente y había filas para entrar.
     “Una vez llevé a Félix Picaso, era un jovencito, después, fue líder campesino y con él hicimos el primer programa masivo de pandilleros en Saltillo en “El Estudio” donde se reunían para bailar en Múzquiz e Hidalgo; después vino ya más sofisticado con “De la Calle”, la obra de teatro, añadió.
     “Tengo cerca de 30, 40 años de periodista pero no necesito de premios para justificar una carrera que finalmente es por vocación y por profesión lo que uno hace; tengo ya casi 12 años sin estar en la televisión y hay gente que aún recuerda mis programas, dice que porque no vuelvo a la TV, y eso es mucho mejor que cualquier otro premio que te puedan dar”, aunque no ha recibido invitaciones para regresar a la TV.



     Por otra parte, Luis Galindo dice lo marcó lo metafísico, lo del más allá “no quedarme en lo que hay en la tierra, darle mucho vuelo a la imaginación”.
     “Si voy más allá de lo que puede ser y entonces me gustan las cosas diferentes, las cosas distintas, a mí lo que me interesa es que no sea lo del común, pero no es porque lo busque, sino que nace, como que mi mismo espíritu lo siente, lo exige”, comentó.
     El profesor Luis Galindo compartió que en los años recientes está pensionado, que está descansando, disfrutando de sus siete nietos, “vivo muy feliz y tranquilo”, señaló.

LUIS Y SERGIO: VIDAS PARALELAS


Sergio y yo tuvimos una revista, la de él se llamaba “Memorias de Saltillo”, era de carácter historiográfico y de ahí nació la idea para yo fundar una que se llamaba “Evidencias”, lo mejor de Coahuila, y estaba dedicada al sureste con temas de historia y entrevistas. Tuvimos dos libros: él uno, “Memorias de Saltillo” que le publicó el Ayuntamiento, y yo el de “Cabalgando en un Sueño”, que trata de la Cabalgata en 1883 de los fundadores que salieron del rancho de Santo Domingo a fundar Sabinas”, expresó Galindo Carillo.

1 comentario: