LUIS GALINDO
“Si hubiera una nota de color, ese sería yo”
El
Perfil: LUIS GALINDO, UNA NOTA DE COLOR
SUPLEMENTO Ruta Libre Periodismo
Comprometido Número 11
LUNES 13 DE ENERO DE 2014
Periódico: ZÓCALO SALTILLO
Texto
y Fotografía: Luis Reyes
Luis Galindo
tuvo un hermano gemelo al que cuando murió le lloró más que a sus
padres, después de todo, la mitad de él ya se había ido. También
viajó con un muerto al que descubrían quitándole la sábana para
que lo creyeran dormido. Si él fuese un género periodístico,
dice, sería una nota de color.
Su
vida no se entiende sin su hermano gemelo Sergio, cuya muerte sintió
más que la de sus papás.
“El
gemelo va más allá porque trasciende cosas que el común de la gente
no ve, que el común de la gente no siente, que ni siquiera se
cuestiona; los gemelos son un misterio, significan y son diferentes a
todos los demás, a los individuales”.
“El
día en que Sergio murió yo estaba en un evento y sentí justo en la
hora un frío intenso y hasta les dije que apagaran el aire
acondicionado, pero ni estaba prendido”.
De
68 años, de signo escorpión, Luis es inquieto, atildado e
irreverente, su figura es delgada y de estatura mediana.
Recuerda
-siempre divertido- que siendo acólitos primero en la Colonia Guayulera y en el Santuario después “echábamos
relajo, nos tomábamos el vino de consagrar, jugábamos con el
incienso y contestábamos de memoria la misa en latín”.
Con
Sergio emprendió el deseo de ser sacerdote y estuvieron internados
en San Luis Potosí en la escuela apostólica de los Misioneros del
Esprítu Santo, donde concluyeron primaria, secundaria y
preparatoria.
Pero
su hermano se salió del seminario, y de San Luis él se fue a
Guadalajara a hacer dos años de noviciado, de ahí al Altillo, en
Coyoacán a estudiar filosofía por dos años.
EL
DESPERTAR
“No
había vivido y hubo un despertar hacia las cosas que según esto
había renunciado, pero sin saber porqué las había renunciado,
indicó al señalar que en 1968 se salió del seminario.
Luego
Luis quería estudiar Administración en el Tec de Monterrey por lo
cual de raid -entonces, se podía hacerlo- se fue a la regia ciudad y
tocó le diera aventón Enrique Talancón, de la empresa Refractarios
Mexicanos, quien le dijo que si no encontraba lugar (beca) acudiera
con él.
Al
regresar con él, le dijo que quería estudiar en el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Una
institución privada semejante al Tec de Monterrey pero en
Guadalajara y la empresa lo becó.
El
entrevistado es irónico, sarcástico. Con los ademanes de sus manos
“rompe” el viento.
En
el ITESO se entrevistó con Raúl de la Torre, funcionario del
Instituto, quien el preguntó si su papá tenía una empresa a lo que
respondió que no.
“¿Entonces
qué vas a administrar?”, le cuestionó el funcionario y le dijo
que había una carrera nueva llamada Ciencias de la Comunicación y
en esa se inscribió.
También
quería estudiar periodismo porque conocía a Alejandro Avilés,
director de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, su hijo
también era seminarista.
Siendo
estudiante se fue a las Olimpiadas del ´68, pero como espectador “no
con el movimiento universitario, ni con el lío de los jóvenes
universitarios que sí sabíamos, pero nunca nos interesó”,
destacó.
En
su vida profesional Galindo Carrillo fue por 15 años, gerente de
Comunicación Industrial en el Grupo Industrial Saltillo y maestro
fundador de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, donde lo fue
por 20 años.
Cuando
empezó a laborar fue jefe de Actividades Extraescolares, jefe de
Relaciones Públicas y docente en el Instituto Tecnológico de Ciudad
Guzmán, Jalisco, lugar y época que recuerda mucho porque en esa
ciudad nacieron sus hijos Gustavo y Luis Enrique, Karla nacería
luego en Saltillo.
Fue
fundador del Colegio de Profesionistas de la Comunicación de
Saltillo, mismo en donde se instituyó el Premio Anual de Periodismo
que se otorgaba a un periodista por su trayectoria.
Fundador
de Canal 7 Televisión con Alberto Jaubert, fue invitado por José
Ángel Rodríguez Sánchez a un programa que se llamó “Entorno”
y luego “Evidencias”. Trabajó 15 años en su programa dominical.
Recordó
que cuando “el ex gobernador Oscar Flores Tapia había tenido un
problema en la cabeza y le recomendamos un doctor de Monterrey,
originario de Saltillo, que lo atendió y agradecido fue a dar las
gracias al programa, pero lo hizo cuando transmitíamos en vivo”.
-
“¿Me puedo meter o no puedo?”, irrumpió el Gobernador.
“Sí
como no”, le contestamos y así dio las gracias.
Entrevistó
a Ignacio Larragaña, un padre de la Iglesia católica famoso en más
de cien países del mundo. Durante una semana acudió a buscarlo a
una casa de ejercicios espirituales en Los Valdés, donde se
hospedaba. Ante la insistencia le dijo que le daría 10 o 15 minutos.
Luis Galindo le dijo que la entrevista duraría 45 minutos, casi una
hora, y así fue.
Eran
temas de ovnis, esotéricos, de meditación trascendental, de
ciencias y de avances de la medicina.
Fue
toda una sensación el programa que hizo sobre Agua de Tlacote, donde
llenaron el gimnasio municipal, fue mucha gente y había filas para entrar.
“Una
vez llevé a Félix Picaso, era un jovencito, después, fue líder
campesino y con él hicimos el primer programa masivo de pandilleros
en Saltillo en “El Estudio” donde se reunían para bailar en
Múzquiz e Hidalgo; después vino ya más sofisticado con “De la
Calle”, la obra de teatro, añadió.
“Tengo
cerca de 30, 40 años de periodista pero no necesito de premios para
justificar una carrera que finalmente es por vocación y por
profesión lo que uno hace; tengo ya casi 12 años sin estar en la
televisión y hay gente que aún recuerda mis programas, dice que
porque no vuelvo a la TV, y eso es mucho mejor que cualquier otro
premio que te puedan dar”, aunque no ha recibido invitaciones para
regresar a la TV.
Por
otra parte, Luis Galindo dice lo marcó lo metafísico, lo del más
allá “no quedarme en lo que hay en la tierra, darle mucho vuelo a
la imaginación”.
“Si
voy más allá de lo que puede ser y entonces me gustan las cosas
diferentes, las cosas distintas, a mí lo que me interesa es que no
sea lo del común, pero no es porque lo busque, sino que nace, como
que mi mismo espíritu lo siente, lo exige”, comentó.
El
profesor Luis Galindo compartió que en los años recientes está
pensionado, que está descansando, disfrutando de sus siete nietos,
“vivo muy feliz y tranquilo”, señaló.
LUIS
Y SERGIO: VIDAS PARALELAS
“Sergio
y yo tuvimos una revista, la de él se llamaba “Memorias de
Saltillo”, era de carácter historiográfico y de ahí nació la
idea para yo fundar una que se llamaba “Evidencias”, lo mejor de
Coahuila, y estaba dedicada al sureste con temas de historia y
entrevistas. Tuvimos dos libros: él uno, “Memorias de Saltillo”
que le publicó el Ayuntamiento, y yo el de “Cabalgando en un
Sueño”, que trata de la Cabalgata en 1883 de los fundadores que
salieron del rancho de Santo Domingo a fundar Sabinas”, expresó
Galindo Carillo.
Gran reseña! Un abrazo al maese Galindo!
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